viernes, 13 de diciembre de 2013

Malestar: esto es lo que hay...


Hace menos de un año, compré un teléfono celular con una de las compañías de telefonía más grandes de Venezuela, en una de esas “promociones” donde te dejan el equipo más barato si contratas determinado plan por un año (que te hace pagar más de lo que acostumbras). Una de las ventajas de comprar un celular con una compañía es que los equipos se encuentran “amparados” por una “garantía”. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro y más en este país, tu país.

Cuando llevas tu celular a arreglar por “garantía”, lo primero que hace la compañía no es preguntarte qué problema tienes, sino verificar si hay algún motivo para que la “garantía” no te responda.  Esta es una conducta reiterada en casi todos los sitios donde existe “atención al cliente”: encontrar algún “pero” que justifique no atenderte más y volver a la faena de no hacer nada. Es así. Casi nadie está interesado en tratarte bien, solucionarte el problema, ayudarte a “completar los requisitos”, decirte que te hace falta, darte alguna recomendación u ofrecerte disculpas; están a la espera de que te “caigas” con algo…. Lo ves en los ojos: hay satisfacción por decir “no”.

En mi caso, mi celular fue recibido por garantía y entregado 16 días después con una hoja que decía: “por golpe, no procede garantía”. Ahora bien ¿Por qué cuando entregué inicialmente el teléfono no pudieron decírmelo? ¿Hacía falta que pasaran tantos días para responderme eso? El celular debía ser entregado antes del día 11 y fue entregado el día 13… sin reparar… Jamás he objetado el cobro excesivo que hace la empresa por sus planes (tampoco me dan opción) además de nunca haberme notificado cuando realizan aumentos de tarifas (pero sí te envían miles de notificaciones si te retrasas en el pago). Hace poco, la misma empresa me envió un mensaje de texto diciéndome “!Felicitaciones, tu límite de gasto ha sido aumentado a x. Si no lo deseas, manda un mensaje a tal número!  El aumento era de un 350% ¿Será que querían engañarme vendiéndomelo como algo bueno o desaproveche una excelente oportunidad de endeudarme más?  No sé si estoy errado, peros mis límites de gasto los conozco yo, no la empresa de telefonía que contrate.

Cuando ocurren estos eventos desafortunados, la gente a tu alrededor suele darte consuelo diciéndote: “así son todos” ¿En verdad creen que con saber que así de mal son todos voy a sentirme aliviado? ¿En verdad ustedes se sienten aliviados con eso? En Venezuela no extraña el maltrato, sino el buen servicio.  Nadie compite para ser mejor, simplemente no hay competencia. A nadie le interesa ser un buen proveedor de servicio, le basta con ser el menos malo.  

El gobierno venezolano, con la mediocridad como política de estado, es el principal responsable de los monopolios de ineficiencia que se han creado al país, representados éstos en Compañías que, no habiendo una alternativa disponible, tienen garantizadas sus ganancias, haciéndolo bien o mal.  Si existiesen más opciones que compitieran entre sí, el mercado exigiría un mejor servicio, así como ventajas para los usuarios y precios más bajos. Pero esa no es la realidad venezolana. Si no te gusta, te la tienes que calar. Y al final te quedas fregado, con “Malestar” y con una frase pegada en tu cabeza: “esto es lo que hay”.

 

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